Análisis Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii | El más divertido

Portada del análisis de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii, TAOGames

Una bonita noche, Dynasty Warriors y Devil May Cry sintieron una chispa entre ellos. Entonces, hicieron el amor de forma apasionada. Sin embargo, una criatura nació de esa unión. Encima, la parejita no estaba dispuesta a cuidarlo y lo dieron en adopción. Y esa criatura fue adoptada por Yakuza y una versión de un jugador de Sea of Thieves. Y así nació y creció Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii.

 

Contexto

Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii salió el 21 de febrero de 2025 para todas las plataformas grandes. Se trata de un spin-off de la saga Yakuza, o Like a Dragon, actualmente, desarrollado por Ryu Ga Gotoku Studio. Al igual que el resto de la franquicia, estamos ante un RPG de historia, si bien tiene combates mucho más frenéticos que en el resto. Eso sí, la duración de la historia principal es bastante más corta que la del resto de la saga.

Aquí, nuestro protagonista no será ni Ichiban Kasuga ni Kiryu Kazuma, sino el personaje querido por gran parte de la comunidad: Goro Majima. Y los hechos de este videojuego se sitúan 6 meses después de Like a Dragon: Infinite Wealth.

 

Premisa

Majima despierta en una isla recóndita. No sabe cómo ha llegado ahí. Noah, un niño de la isla, le ofrece agua, esencialmente salvándole la vida. Sin embargo, Majima poco tarda en darse cuenta de que ya no solo no sabe cómo ha llegado ahí, sino que tampoco sabe cómo se llama. Ni nada de su pasado.

Goro Majima, uno de los yakuza legendarios, padece amnesia. Sin embargo, la memoria muscular la tiene fina, ya que poco tarda en verse envuelto en una pelea contra unos piratas que frecuentaban la isla. Poco después, Noah lleva a Majima hasta el bar que regenta su padre. Pero Majima no es muy bienvenido. Le ven el tatuaje en la espalda e inmediatamente reconocen que es un yakuza y que, posiblemente, esté camino a Isla Nele, pues ahí es donde están llevando a los yakuza para retirar residuos radiactivos

Así pues, Majima va buscando a alguien que le lleve a Isla Nele en barco. Y, entre una cosa y la otra, su única opción recae en el capitán de la banda pirata a la que ya se había enfrentado previamente. Lógicamente, el capitán no está por la labor. Sin embargo, tras vencerlo en combate sin apenas despeinarse, Majima pasa a convertirse en el nuevo capitán del barco por sugerencia de la tripulación restante. 

Intentar recuperar la memoria yendo a Isla Nele suena bien, pero Majima ya se ha encariñado con Noah y le ha prometido llevarlo a ver el mundo. ¿Y si, en lugar de simplemente recuperar la memoria, nos vamos a vivir una aventura de piratas?

 

Gameplay

Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii se siente como un juego aparte de la saga principal. Majima tiene dos estilos de combate en este videojuego: Perro Loco de Shimano y Lobo de Mar. Vamos por partes.

Perro Loco de Shimano: El set que ya conocemos. De hecho, también es el set que nos podremos encontrar en contra en juegos como Yakuza 5. Lo digo sin dar rodeos: podremos crear clones. Es un estilo de combate muy rápido, que prácticamente transforma el juego en un hack&slash. Unos cuantos combos, entre ellos, un combo aéreo. Así es, finalmente tenemos un Yakuza con la innovadora mecánica de saltar. 

Obviamente, también tenemos las acciones de calor de toda la vida. Estas rellenarán el medidor de locura. Y, una vez tengamos el medidor de locura lleno, podremos crear clones en este estilo de combate.

Tutorial del medidor de locura en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
El juego te explica muy bien de qué va el asunto

 

Lobo de Mar: El estilo exclusivo de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii. Este es el estilo que nos cambiará el combate a un juego de Dynasty Warriors, ya que está más orientado al combate contra muchos enemigos. Y hay ocasiones en las que hay literalmente 100 enemigos en pantalla. Aquí, Majima tiene dos alfanjes bumerán —y luego también se añade al arsenal una pistola y un gancho— que puede usar cuerpo a cuerpo o lanzarlos contra hordas de enemigos. 

En este caso, el medidor de locura no servirá para crear clones, sino para poder tocar unos instrumentos que obtenemos algo más tarde en el juego y que invocan a espíritus de animales que también hacen mucho daño en área.

 

Las habilidades de ambos estilos se desbloquean de una forma muy similar a Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name: con dinero y, en esta ocasión, reputación. La reputación se obtiene completando tareas de la lista de tareas y ganando combates contra piratas. Porque esa es otra, en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii hay batallas navales.

Barcos enemigos en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Sea con metralleta, cañones o estampándote contra ellos, hay que bajarse a los barcos

Cuando estemos navegando con nuestro barco en alta mar, habrá barcos enemigos con los que podremos darnos de cañonazos. Este tipo de combates se saldan a base de disparar los cañones y la metralleta de nuestro barco y, si queremos, también el lanzamisiles. Eso sí, el lanzamisiles lo podemos usar desde la visión de cubierta y, por tanto, no tendremos el control del barco, así que hay que saber cuándo usarlo. De la misma forma, si nos derrotan en combate a nuestra tripulación encargada de los cañones, tendremos que socorrerla para poder volver a usarlos, lo mismo con la metralleta. Y, para ello, tendremos que volver a la visión de cubierta.

Además, también tenemos un cierto número de reparaciones que podemos hacer en combates. Estas se pueden hacer desde la visión general, pero nos impedirá usar los cañones y la metralleta hasta que se haya terminado la reparación.

 

En combates más importantes o en algunas rondas del Coliseo Pirata, hay una segunda fase de combate naval: la del abordaje. Ahí, Majima y nuestros pelotones de ataque entrarán al barco enemigo a pegarse como ya estamos acostumbrados. Todos los miembros de la tripulación tienen su propio nivel y sus estadísticas de ataque con cañón, reparación, ataque físico y defensa física. En base a estas, decidiremos si es mejor ponerlos a los cañones o en los pelotones de ataque. 

Fuera de combate —pero en alta mar—, habrá faros que actúan como zonas seguras. Cada vez que desbloqueemos un faro, podremos usar un viaje rápido a él desde otro faro.

Primer faro de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Al ser zona segura, tampoco te atacarán enemigos

 

Apartado técnico

Visualmente, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii se ve prácticamente igual que su predecesor, aunque el mar da un poco más de respeto. Y, al igual que sus predecesores, no hay nada que reprocharle a este juego en el apartado visual. Si acaso que hay algunos bugs visuales de alfanjes atravesando el traje de Majima, pero poco más.

La banda sonora, como ya nos viene acostumbrando la saga, sigue siendo espléndida. Es, además, el primer juego que cuenta con un momento musical per sé. Y no veas cómo se te queda clavada la canción en la cabeza con escucharla una única vez.

De lanzamiento, el juego tuvo unos pocos problemas de crasheos repentinos en algunos sistemas, pero en menos de una semana había un parche para corregirlo. En cuanto a rendimiento, no he tenido ninguna bajada de frames rara y no he tenido ningún bug, más allá de que los marcadores del mapa desaparecieran cuando hacía algunos combates con recompensa. Aunque esto es algo que ya pasaba con las misiones de Héroe a tiempo parcial en Yakuza: Like a Dragon y con los amigos en problemas en Like a Dragon: Infinite Wealth

 

Lo peor

Narrativa más bien pobre

En un principio, si bien iba a incluir este apartado, no le iba a dar tanta importancia. Sin embargo, me he puesto a leer declaraciones del equipo de Ryu Ga Gotoku Studio. Ryosuke Horii, el productor del juego, dijo en una entrevista con AUTOMATON que «convertirse en pirata no es el objetivo en sí mismo, hay muchos objetivos, y el juego refleja un progreso apasionado hacia esos objetivos […]. Hacer el tonto no es el punto principal, hay un drama en el centro de las cosas. Por supuesto, hay algunas partes locas en las que tomar desvíos, pero creo que es una historia sobre un hombre apasionado».

Si estas declaraciones no existiesen, entonces no tendría casi nada que reprocharle a Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii. Pero, para un juego con un drama como eje central, hay muchos puntos flacos. 

 

Eso sí, nada en contra de la parte en la que dice que hay muchos objetivos. De hecho, al inicio del juego, en teoría el objetivo es recuperar la memoria. Pero luego, el objetivo realmente se torna en ir a Madlantis a explorar. Aunque, poco después, se torna en ser los campeones del Coliseo Pirata para satisfacer la venganza personal de tu navegante. Aunque eso no es tan prioritario porque, en ese proceso, te das cuenta de que hay posibilidades de que exista un gran tesoro oculto que lleva más de doscientos años sin descubrirse. Y, al menos, ese ya sí empieza a ser el objetivo final. 

Por cierto, el pobre Saejima llevaba esperando a verse con Majima desde el objetivo dos, más o menos.

 

Además, en cierto punto de la historia, te hacen ir a buscar un cañón para tu barco, ya que tu equipamiento actual parece no ser suficiente. Dicho cañón es de tres estrellas. Antes de ese momento de la historia, puedes directamente comprar un cañón de cuatro estrellas sin mucha dificultad, precisamente. Disonancia ludonarrativa cuanto menos.

Y, como guinda del pastel, cabe destacar que este es el juego de la saga menos dramático en cuanto al devenir de los personajes. Si lo digo de otra forma, hago mucho spoiler

 

El mar es hostil

Durante nuestra aventura por Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii habrá trayectos que haremos en barco. Estos son más bien cortos, aunque bastante placenteros de hacer por lo realista que se llega a sentir el oleaje —obviando el hecho de que tenemos un turbo espectacular—. 

En estos trayectos, al igual que por las calles, habrá enemigos que querrán combatir con nosotros. Solo que, en este caso, serán batallas navales. Hasta ahí, entendible. 

El pequeño problemita es que estas batallas, si bien son inmersivas y muy entretenidas de hacer por sí mismas, son un obstáculo más pesado cuando queremos, simplemente, llegar a un destino. No solo por la duración de las batallas navales, sino porque muchas veces tendremos que reposicionar nuestro barco para tener al enemigo a tiro de cañón, desviándonos de nuestra ruta.

Zona de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii con muchos enemigos en mar
En la esquina inferior izquierda, se puede ver la cantidad de enemigos

Aunque he de decir que este punto no es tan horrible como se pinta, ya que se puede huir de los combates sin consecuencias negativas apenas, así que esto se torna más insoportable cuando estos enemigos están al lado de una isla en la que queramos atracar. 

 

Muchas cosas que hacer para tan pocos botones

Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii se une a Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name en la lista de títulos de Yakuza que quieren darnos muchas opciones —aunque el spin-off de Kiryu pecaba mucho más en este aspecto—. Y eso está bien, pero aquí hay un problema muy chiquito. La «A» —en los mandos de Xbox o similares— sirve para:

  • Saltar.
  • Si se mantiene pulsada, correr.
  • Si se usa manteniendo RB, esquivar.

 

Esto hace que, algunas veces, mientras intentas esprintar en combate, saltes sin querer. Fuera de combate, también puedes esprintar con el gatillo derecho, pero si lo mantienes pulsado, entonces empiezas a usar el gancho. Y, claro, dentro de combate no puedes usar dicho gatillo, ya que es el de la locura de Majima. 

 

Muchas acciones del juego se diferencian únicamente en mantener presionado el mismo botón. En la inmensa mayoría del juego, esto no supone verdaderamente un problema, pero en momentos de mayor frenetismo nos puede descolocar o dejar vendidos unos segundos. 

 

Lo mejor

El combate, en todas sus variantes

Qué decir, el combate de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es espléndido y calza a la perfección con un personaje como Majima. Cuando estamos con el estilo del Perro Loco de Shimano, sabemos que estamos jugando a Yakuza porque está Majima ahí, pero perfectamente podríamos estar jugando a un Devil May Cry. El combate se vuelve frenético, de repente nos empiezan a salir combos y sentimos que estamos jugando con la comida, siendo la comida nuestro enemigo en pantalla. Es, como dije antes, prácticamente un hack&slash.

Con el estilo Lobo de Mar, ya pueden venir hordas y hordas de enemigos, que los vamos a reventar con nuestros alfanjes. Quizás no de un golpe, pero ese golpe inicial será suficiente para continuar con un ganchazo, un pistoletazo o seguir a puño limpio entre que vuelven los alfanjes. Quizás no sea muy fuerte en el uno contra uno —aunque sí bastante jocoso—, pero da mucho placer utilizarlo contra grupos grandes de enemigos y ver cómo van todos sufriendo.

Alfanjes girando en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Y también es satisfactorio utilizarlos en los abordajes

Y, finalmente, los combates navales. Tanto con abordaje y sin él, son los más inmersivos de todos. El estilo Perro Loco de Shimano nos dice que estamos jugando con Majima, pero las batallas navales nos recuerdan que estamos en un juego de piratas. Le añadimos unos buenos cañones, daño al estamparnos de boca contra barcos enemigos y ¡boom!, tenemos una sensación de altamar increíble. 

 

Personalización

Ya tuvimos algún esbozo de esto en Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, pero aquí tenemos personalización plena de Majima tanto dentro como fuera de combate. Nos podemos pasear por las calles de Hawái siendo Goromi, por ejemplo. No estamos limitados a únicamente algunos trajes, como ocurría en el otro spin-off.

Majima vestido de Goromi en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Y Goromi no se anda con chiquitas

Y no solo a Majima, sino también al Goromaru, nuestro barco. Podemos tener a la clásica sirena como mascarón de casco, una estatua de Majima o, por qué no, un vibrador.

Mascarón de vibrador en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Imponente es, desde luego

Todo esto se verá reflejado en las cinemáticas del juego pertinentes —en las que podemos saltarnos los diálogos—, y esto es un puntazo más para añadirle un toque más paródico al juego, acompañando perfectamente a su excéntrico protagonista. 

 

Diversión a raudales

El juego, contrario a lo que pretendía Horii, no tiene apenas tintes serios, más allá de algún momento de drama familiar. Y Majima es el encargado de que nos podamos echar unas buenas risas durante todo el trayecto. Tanto Kiryu como Ichiban tenían perfiles algo más serios y emotivos en los momentos tensos, mientras que Majima todavía tiene esa chispa de granuja y, por qué no decirlo, más listo que los otros dos mencionados.

Al mero hecho de que Majima sea el personaje principal hay que sumarle algunas historias secundarias. Hay una pequeña cadena de secundarias que culmina en cinemáticas que ni siquiera las debería llamar así, ya que son directamente escenas que parecen sacadas de una serie japonesa.

Misión secundaria de Masaru live action en Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii
Hay más o menos media hora de contenido así

 

Te tienes que reír con esto. Habrá algunos momentos dramáticos en el juego, pero estos no son la mayoría. Y, aunque los hubiese en cantidad, nuestro querido tuerto se encargaría de quitarles hierro. 

 

Conclusión

Como juego de acción pura y dura, Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii es una verdadera obra maestra.

Nota en el análisis de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii, TAOGames

Sin embargo, los fallos a nivel narrativo no se pueden perdonar en un juego que realmente pretende mostrar una narrativa fuerte y dramática.

 

Opiniones del autor

Fui prácticamente virgen a Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii, esquivando todos los spoilers que podía. Y cómo me gustó todo lo posterior que vi. Me lo he pasado como un crío jugando y platinando este juego. En 40 horitas, ya me lo había terminado y conseguido todos los logros con mucho gusto, además.

Todo lo iba haciendo porque genuinamente quería hacerlo. Es un juego cargado de acción y frenetismo y con mi personaje favorito de toda la saga, quiero decir, todos los ingredientes para que sea bueno. 

Originalmente, la calificación para este juego iba a ser una S por catalogarlo más bien como un RPG de acción y no tan centrado en la historia. Pero, tras leer las declaraciones de unos señores importantes, he tenido que cambiar ese enfoque, ya que este título de Yakuza no cumple con lo que se espera de un juego de la saga en cuanto a narrativa se refiere. Me apena, porque considero que este juego, a nivel de diversión pura y dura, es lo mejor de la saga con mucha diferencia.

 

¿A quién le recomendaría este juego?

Honestamente, es de los pocos nuevos de Yakuza que puedo recomendar incluso a alguien que no ha jugado a la saga. Al ser un spin-off sin apenas tanta conexión con la saga principal, lo recomiendo a cualquiera que quiera un buen juego con mucha acción y momentos hilarantes. 

Ahora, si pensabas que esta entrega iba a tener mucha carga narrativa centrada en Majima, entonces no vas a encontrar lo que buscas.

Autor

  • Xsher0n

    Amante de los JRPG y de los videojuegos que ofrecen una buena historia, en general. La etiqueta "Buena trama" de Steam es mi favorita.

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