Análisis The Plucky Squire | Rompiendo lo establecido

El poder de los cuentos radica en las historias que nos cuentan. Asimismo, los videojuegos nos ponen en la piel de los protagonistas de esas historias para que seamos partícipes de ellas. The Plucky Squire nos mete en una historia de un cuento infantil, pero más allá de contarnos la historia del Escudero Valiente, nos invita a vivirla mediante su persona.

 

Contexto

The Plucky Squire, traducido en tierras hispanas como «El Escudero Valiente», es un juego de aventura con secciones de puzles, lógica y plataformas. Fue publicado el día 17 de septiembre de 2024 para PS5, Xbox Series, Nintendo Switch y PC, además de estar disponible en GeForce Now.

El juego fue desarrollado por All Possible Futures y publicado por la famosa editora española Devolver Digital, quienes han publicado juegos como Children of The Sun, Hotline Miami, Cult of the Lamb, Gris o Inscryption.

The Plucky Squire fue nominado al mejor juego familiar de 2024 y al mejor debut indie de 2024 en The Game Awards y al mejor debut y mejor juego familiar en los premios BAFTA de 2025. Sin embargo, no resultó ganador de ninguno de ellos, siéndoles arrebatados por Astro Bot y Balatro.

 

Premisa

The Plucky Squire tiene lugar en la habitación de un niño llamado Sam. Concretamente tiene lugar en las páginas de un libro llamado The Plucky Squire, o El Escudero Valiente en español. Nosotros encarnamos al protagonista de ese libro, Jota, el escudero valiente, un niño archiconocido por los personajes del libro por sus aventuras y hazañas.

Un día aparece Gruñonzón, un mago que es el villano de los cuentos del escudero. Este ha logrado desarrollar una magia —la metamagia— que le permite salir del libro al mundo real, y está tratando de cambiar el cuento para que él sea el vencedor.

Jota también puede salir del cuento a la habitación de Sam, pasando del mundo 2D dibujado al 3D con entornos realistas.

En este punto ya se está modificando el cuento, y la misión de Jota será derrotar a Gruñonzón para que no termine en un final malo y el libro no acabe olvidado en una estantería.

La historia se cuenta en forma de cuento

 

Gameplay

The Plucky Squire es la mayoría del tiempo un juego de aventura con vista casi

cenital, al estilo Zelda clásico. Con Jota podremos saltar, rodar y golpear con la espada.

A medida que avancemos encontraremos bombillas, las cuales nos servirán para comprar ilustraciones de fases previas del juego y tanto mejoras de daño como habilidades nuevas de la espada. Estas habilidades pueden ser lanzar la espada, hacer un ataque en salto o un ataque giratorio, y también se podrán mejorar.

Sin embargo, el gameplay cambia muchas veces a lo largo del juego. No solo pasaremos del libro a la habitación. Dentro del libro también hay fases de plataformeo en 2D, convirtiéndose en una suerte de Super Mario Bros. También habrán combates en los que el juego se convertirá en un Duck Hunt, en un Punch Out o en un juego rítmico.

Cuando pasamos al entorno 3D de la habitación el juego tomará tintes de plataformas en 3D. Todo esto le viene muy bien al juego, ya que la mecánica de combate base se utiliza en demasía y se vuelve un poco repetitiva. Sin embargo, muchas veces intercala este entorno 3D con papeles en los que nos tenemos que meter y pasaremos a fases de dibujo. Estos cambios los maneja con maestría, y en muchas ocasiones iremos por paredes con esquinas que cruzaremos en 2D. Otro ejemplo de jugar con las superficies es que en varios momentos habrán tazas a las que nos podremos meter y caminar por su superficie circular.

Jugando con la perspectiva

 

Además, el juego tiene repartidas en buena medida secciones de puzles basados en la lógica. Consisten en frases de las que puedes extraer palabras específicas para cambiarlas por alguna de otra frase y así modificar la naturaleza de elementos del entorno. Por ejemplo, podrás hacer que un bloque de madera se haga de metal para romper una pared y con otra palabra de otra frase hacer que se haga de queso para que se lo coma un ratón. Estas secciones suelen tener un personaje que nos puede aportar pistas si hablamos con él.

Por último, a medida que avanzamos en el juego desbloquearemos poderes especiales de Jota, normalmente tras una aventura por el escritorio. Estas nos permitirán, por ejemplo, mover las páginas del libro para ir a anteriores para coger objetos que nos hagan falta. También desbloquearemos una que inclina el libro, lo que nos servirá para mover ciertos objetos y así completar puzles, una que bloquea el movimiento de los objetos al inclinarlos o una que permite poner bombas desde el mundo real al del libro.

Algo de lo que se que quejó mucha gente en su lanzamiento fue la baja dificultad del juego, lo cual iba en sintonía con el vocabulario de los personajes. Esto hacía ver el juego como orientado a un público más infantil. Sin embargo, el equipo desarrollador escuchó las quejas y ha implementado dos modos más de dificultad, siendo ambos más difíciles y el último con muerte permanente.

Nosotros lo hemos jugado en el modo desafío, la tercera dificultad del juego. En este modo el juego tiene una dificultad idónea, en la que morirás unas cuantas veces, pero no será frustrante. Salvo la última hora del juego, la cual en dicha dificultad se vuelve muy alta y frustrante, sobre todo en los minijuegos finales —el juego te da la opción de saltártelos—.

 

Apartado técnico

El apartado gráfico de The Plucky Squire se divide en dos estilos muy marcados. Por un lado, dentro del libro y en papeles que hay por el escritorio, es dibujado en 2D, aunque no con vista lateral, sino estilo Zelda clásico, casi cenital. Por el otro lado, cuando salimos del libro pasamos a un entorno con modelados 3D y gráficos más realistas. Aquí encontraremos dibujos en las paredes, pero con una resolución extremadamente baja —hecho así a propósito—.

Así se ve Artia, la ciudad principal del juego

 

En cuanto al apartado sonoro, el juego tiene un buen tema principal que evoca a la aventura y sonará bastantes veces a lo largo del juego. Sin embargo, el resto de temas son más bien de acompañamiento a la atmósfera del juego, sin brillar.

El juego es algo demandante técnicamente. En un portátil de gama media/baja da tirones al pasar de una pantalla a otra en gráficos en alto.

Además, el juego no cuenta con el mejor pulido. Hemos encontrado una buena cantidad de bugs a lo largo de nuestra partida. Entre ellos se encuentra un bug que llevó la cámara a otra parte y fue volviendo poco a poco y uno más grave que hizo desaparecer al protagonista, teniendo que cargar el último punto de control. Además de uno que reinició automáticamente la última fase del jefe final y otro, el más grave, que dejó inmóvil al protagonista después de derrotar al jefe final, teniendo que reiniciarlo desde el principio —debido a que el juego no guarda la partida después del jefe final—.

 

Lo peor

El autoguardado

The Plucky Squire no tiene guardado manual, sino que el juego se va guardando automáticamente en determinados puntos. El problema viene cuando esos puntos son en cambios de página, pero no en todos. Además, no tiene guardado en algunas secciones largas, por lo que o te la pasas de golpe o la tendrás que reiniciar entera. Me recuerda a las distancias de puntos de guardado de juegos de la época de PS2.

Mezcla de entorno 3D y 2D

Mecánicas olvidadas

Cada nuevo capítulo del juego nos presenta una nueva habilidad o gimmick que se usará bastante durante dicho capítulo. Sin embargo, eso también significa que la mayoría de gimmicks empleados en los anteriores capítulos se dejarán de usar. Considero que podrían haber hecho un uso conjunto de mecánicas para crear puzles más curiosos y con más dificultad. Solo es al final del juego, en el último capítulo, cuando los combinan, y efectivamente brillan al ser combinados. Pero se hace escasas veces.

 

Apartado técnico

El apartado gráfico es sobresaliente, pese a que en el mundo real las paredes tienen una resolución ridícula. Sin embargo, este punto negativo viene dado por el rendimiento y los bugs. Sobre todo por los bugs. El juego no es tan potente gráficamente como para exigir tanto del ordenador, y podría estar más pulido. No es aceptable que hayamos sufrido varios bugs graves que te hacen repetir secciones y hasta te hacen repetir el jefe final con todas sus fases porque el juego no guarda la partida después de derrotarlo. Y no somos los únicos que hemos reportado bugs, sino que en Internet hay mucha gente diciendo que está plagado de bugs, y parece que tras más de un año de su salida todavía no los han arreglado.

 

Lo mejor

300 tipos de juego

Sin duda, la mayor virtud de The Plucky Squire es que cada poco tiempo te introduce una jugabilidad distinta y nueva. Desde shoot ‘em ups, hasta una suerte de Puzzle Bobble, pasando por Punch Out o Duck Hunt. Además, que tenga puzles de lógica y otros en los que tienes que usar distintas habilidades o ambas cosas a la vez le da un toque que le viene muy bien. Los cambios de tipo de juego no se hacen pesados, y de hecho se agradecerían incluso más, porque la mayor parte del tiempo el juego es un Zelda-like y se puede hacer repetitivo por lo básico de sus mecánicas.

Combate al estilo RPG por turnos

 

El arte

Sobre todo los escenarios dibujados son una delicia visual. El estilo artístico es muy único, y hay escenarios como Artia o las puestas de sol de Playa Parranda son para quedarte boquiabierto.

 

La mecánica del cambio de plano

Ya hemos comentado que The Plucky Squire tiene muchas mecánicas muy interesantes, como la de pasar de página, la de inclinar el libro o la de cambiar de lugar las palabras para afectar al entorno. Sin embargo, la mecánica que más brilla es, curiosamente, la principal: el cambio de plano, del libro a la realidad y de la realidad al libro.

 

Conclusión

The Plucky Squire es un juego con alma. Es entretenido y dura más o menos lo que tiene que durar —unas 8 horas—. Sin embargo, su bello arte y sus muchas mecánicas se ven casi opacadas por un juego que en modo normal es muy fácil y en modo desafío un tanto difícil. Pero sobre todo se ve lastrado por un rendimiento algo flojo y una cantidad considerable de bugs graves que pueden hacerte la experiencia frustrante.

Nota de The Plucky Squire [B]

 

Opiniones del autor

Es una gran pena los bugs y el aumento exponencial de la dificultad en la parte final del juego —en el modo desafío—. Durante la mayor parte del juego he disfrutado. No me parecía el mejor juego del mundo, pero era divertido. El arte, el concepto de los dos planos y de que todo se cuente como un cuento me ha gustado mucho. Pero todo eso se vio lastrado por los dos bugs finales y una fase final del juego muy descompensada. Al final me frustré mucho y lamentablemente ese sabor final de boca pesa.

Al final con lo que me quedo como lo mejor son los puzles y los usos de las distintas herramientas.

 

¿A quién le recomendaría este juego?

Para empezar, se lo recomiendo solo a la gente que tenga claro que pueden encontrarse más de uno o dos bugs, y alguno muy frustrante. Dicho esto, el juego es bueno, algo repetitivo en su combate pero sorprendentemente guay en sus puzles y minijuegos.

Si lo va a jugar el pequeño de la casa que ni se acerque a los dos últimos modos de dificultad. E incluso es un aviso para los más experimentados.

Autor

  • Apasionado de los videojuegos desde que tiene uso de razón. Su franquicia favorita es Dragon Quest y su juego favorito Rakuen. Casi todo lo que juega son indies.

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